Quisiera regalarte, o que la vida mejor lo haga,
una dulce muerte en sueños.
Te hace falta; me hace falta.
A ti una vida inventada toda de nuevo
(ante la imposibilidad de echar atrás el tiempo)
Y a mí una vida
sin tu presencia constante.
Te regalaría yo el sueño, y que vida te de la muerte.
Un sueño pequeño, hermoso y eterno.
Una vida corta, efímera y olvidable.
Sueña las maravillas que nunca viviste
sueña con risas y vidas plenas,
realizadas
Sueña que tu dios existe y te ama
sueña que eres feliz, que estás alegre,
hasta las lágrimas.
Sueña que conociste lo que llaman amor
que quisiste que amaste y que fuiste amada
que fuiste amante, que fuiste libre, querida e importante
sueña que cantas a Dios y que te canta
un hombre
hecho para tí por Su mano.
Sueña con paisajes, con atardeceres
con risas de niño, con amistades
con seres
queridos, amados, perdidos
pero recuperados, presentes, contigo, a tu lado
sonrientes
con abrazos, con besos, y con lágrimas
dulcísimas lágrimas de alegría.
Llanto de alegría soñando.
Y que entonces (relevo el trabajo a la vida)
te lleve la muerte, que cierres tus ojos,
que tus labios sonrientes,
que tus ojos empapados
te suelten, te dejen,
te liberen y me liberen.
4 comentarios:
Lo he vuelto a leer, porque la primera vez no sabía adónde iban tus dardos...
pero ahora que lo sé (y usted sabe, buen amigo, cuál es mi situación)... no puedo menos que fundirme con esos deseos...
(No dejes de escribir... tus escriots no son incompatibles con tus dibujos...)
El primer párrafo es exquisito.
Adoro como escribes .... siempre...
Mi niño soy tu fans ajajajaja XD
Critico que el trabajo de la vida es demasiada y poco valorada.
Saludos Marco,
Paz~
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