Ventanas del Alma

Corre frío el viento gris

Acariciando dementemente el lamento de tu silueta andante.

Casi cercana,

Sigilosa,

Triste e invisible

A las mentes ordinarias cuyos ojos no ven

mientras sus parpados estén cerrados

Ansío incontrolable tu mirada

Y apresuro al viento, susurrándole al oído omnipresente

La inquietante sensación de ver tu contorno sin poder saborear

Aún

El éxtasis de la brisa que emana de tus ojos

Mi espíritu agonizante clama por volver a sentirte

( ignorando el miedo de haber perdido la capacidad de sentir)

A pesar de saber del poder

De Cronos, destructor.

De quien ni aún los más profundos sentimientos logran huir

Amenazados por su impertérrito y despiadado marchitar contagioso.

Rito periódico volviose

(temo y me niego que haya sido rutinario)

El beber de tu mirada.

Bellos, suaves, aterciopelados tentáculos intangibles

Fluyendo desde el núcleo mismo de tu espíritu reconfortante

…Y perverso

Estrellas negras oscilantes.

Largo tiempo adorelas.

Y adicto volvime a la ceremonia celestial de succionar la esencia incorpórea

De tus ojos…

Que envolvíanme y arrastrábanme hacia el cómodo océano

Burbujeante de sangre y vida

Que tu dulce y prohibido cuerpo encierra.

Largo tiempo también ha transcurrido

Desde la última vez en que

Bebí de tu mirada

Y mientras la vida dejaba atrás

Ráfagas abundantes de relojes imparables

Temblaba al imaginar el apagar progresivo de mi alma

Como respuesta a tu ausencia

Y el agonizar de todo lo que ella conlleva.

Nuevamente frente a mí te tengo.

Tu triste y profunda expresión

Tu melancólica y tierna mirada

…esperaba

Te veo junto a un extraño ser dominando tu semblante

Sonrisa.

Intentando inútilmente opacar tu mirada

Patética máscara de cordura que eclipsa tu rostro

¿Tu mirada?

¿Tu espíritu bullente?

¿El clamor de tu alma?

¿Tu tibia brisa?

Me abalanzo sobre ti buscando

Frustrado y desesperado

En el cáliz vacío de tus ojos

Algún mínimo atisbo de surrealismo

Que me permita volver a creer en aquellas estrellas negras.

Desilusión.

¿Rendición?

Jamás.

Busco tus labios y me sumerjo en ti maldiciendo

Aquel alegre y superficial resplandor blanco que asomábase

Tímido y torpe entre ellos.

Tanto tiempo esperando

¡Y no poder sentir!

Me aferro angustiado a tu cálido aunque ausente ser.

Corre el viento frío y gris

Acariciando dementemente el lamento de mi cuerpo sin mente.

Aislado

Desolado

Me niego a admitir el egoísmo de tu alma encerrada

Con sus alas enroscadas y sus extremidades contraídas

¡Debes volver a mí!

Ignoro tu voz, tu lucha y tu llanto.

Mis brazos rodean apasionadamente tu débil cuello

Mientras busco desesperado,

Casi desesperanzado

Beber de tu mirada.

Disfruto el placer físico

De tus húmedos ojos bajo mi lengua sedienta

Y la lucha de tus párpados, intentando cerrarse resentidos.

Atácanme tus uñas furiosas.

Intentando defender tu territorio (ahora) intraspasable.

No cederé a tu cuerpo reacio al viejo rito.

No te soltaré sin saciarme de tus misterios

Hermosos y oscuros

Amándote como nunca

Siento que he cruzado el límite

Luego de sentir tu grito ahogado a la vez que saboreo

El beber de tus ojos sin mirada.

Mi lengua recorriendo tu cuenca vacía (una hasta el momento)

Pasa a sentir las lágrimas que brotan de tu ahora única estrella negra

Que se niega a entregarme

la bendita sensación que aún me debes…