Los tonos eran verde4s, amarillo8s, anaranja7dos, café9-13s. Las hojas repartidas de modo perfecto. Ninguna por sobre la otra como suele suceder en lugares donde aún [no-est]. Los troncos se erguían majestuosos, recto1s. Astillas gigantes salían de su corteza, hacia el cielo99. Sus tonos eran negro0 y café9-13, algo gris[f]es. Pureza extrema, las hojas secas en el suelo cubriéndolo todo de forma no-1-armónica pero sí ordenada10. Sus colores eran tan fuertes que se mezclaban y variaban al ojo humano, siendo un segundo22 algunas verde4s, otras café9-13s; y al siguiente unas roji8zas y otras anaranja7das. Caminaba y variaban, era hermoso. hacia arriba, los troncos se perdían en los matices gris[f]áseos en los que el contraste luz[i]-sombra[o] desaparecían en una penumbra absoluta. El verdadero gris[f].
Caminaba despacio pisando las hojas chirriantes. Hacían interferencia[ee]. Me sentí alegre y es como si los años no hubiesen trasncurrido jamás00 en ese momento. Sonreí por primera11 vez en año365Ss mientras mi bastón se arrastraba ligero sobre las hojas a la vez que las chispas saltaban. El zumbido de los árboles, que no cesaban1-0 en cantidad en ninguna00 direción que mirase, traía paz a mi ser. Y la belleza auditiva-visual de la escena contemplada lograba sentir dentro mío, como si fuese yo quien proyectase aquellos aromas-colores-formas-sonidos. Estaba vivo[¿]. Toda duda anterior a aquél día se desvaneció en un caos natural de ruidos puros. Ruidos que la humanidad había dejado de lado. Los pájaros chillaban como 39 rayos en una noche que dura segundos22.
Deseaba compartirlo, necesitaba compartirlo. Todo hubiese sido diferente del [ee]otro modo[ee]. La madre-1, ya habiendo muerto, y la hija+1, que es a su vez la prolongación de la vida extinta de su progenitora-1, presente junto a mí, alzada en hermosura junto a los troncos. Elevada de forma constante por el entorno que de sobrecogedor+, a su lado hubiese parecido encogido-. Los pájaros chillaban como 39 rayos.
[ee]
Pero no-1 hay [ee]otro modo[ee]. No era la madre ni la hija, inexistentes, la que tenía al lado mío. Era Ella¿5. Tan sólo ella sumida en los ruidos del paisaje anhelado. Sentada, apoyada en un tronco sobre las hojas que cambian de color y chirrian bajo su dulce[¿] cuerpo doblado. Sus brazos-4.a2 entrelazados alrededor de sus rodillas-6.c2 sostenían su frente-1.a1a cabizbaja. Su nuca, con dos pequeños mechones de cabello tomados quedaban al aire, en dirección a mi rostro que anhelaba[¿] ver el suyo. Sabía que era imposible00. Lo sabía. Las líneas de dirección de su cabeza hacían notar su ánimo neutro00. Habría llorado de amargura al verla de ese modo, tan triste, tan apagada, tan camino hacia la casualidad del futuro[¿]+00 que yo tenía planeado para esa tarde. En la noche, 39 relámpagos. Habría decidido ser yo quien abriera las líneas de dirección de mi propia mente para encontrar alivio ante el duro tormento de mirar lo que se aleja, de seguir con los sentidos el sueño[¿] que acaba. ¡Cuán dura habría sido mi labor en cualquier otro momento!. De qué forma hubiese cumplido el rol de des-1-enviador si la emoción[¿] angustiante de saber que jamás seré apreciado por los ojos que tan sólo reemplazan los que no existieron 2dos2 veces. Mi bastón contra mí, chispeante y gritando entre luces aberrantes para el entorno se habría vuelto. Y preferiría haber yo des-1-enviádome allí a volver a paisajes manipulados y repletos999 de mezclas de matices, colores y escalas auditivas. El frondoso cielo gris[f] habría cobijado mi cuerpo hasta la desvanecencia de los árboles, para ver mi cuerpo acabar flotando en la nada00[f]. Mis manos quietas habrían esperado su inutilidad00 de no-1 haber sido por la represión del sentimiento[¿] de belleza, de no haber sido por la supresión de la piedad hacia Ella¿5, quien tranquila aguardaba talvez[¿] el momento en que se alzaría; talvez[¿] el momento en que sería des-1-enviada. Los pájaros chillaban. Los relámpagos. Entonces, en mi deseo de terminar con mi encomienda antes de verme afectado por las emociones hasta llegar a un plano poco prudente, me alzé junto con los troncos café9-13s y con mi bastón en mano di una chance al llanto, que sólo él tenía el poder para detener la misión que debía de completar. Fácil llorar ante presencias renuentes. Fácil llorar por Ella¿5. Pero a las lágrimas no-1 dio lugar la alegría que me producía el estar por vez primera11 en el Bosque3.
martes, abril 07, 2009
Bosque3 luzdía; ella¿5
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4 comentarios:
mmmm... no entendi lo de los números... acaso es una clave para alguien????
Sabes? yo uniria las ultimas entradas de tu blog, las pondria en un ".doc" con un titulo intereesante, y tendria una novela de tu autoria.
Para que insistir en las incomodidades que siento en tus lineas, si tras ellas, se hiergue un sentido hermoso, que las hace retroceder?
Saludos, basura humana...
respuesta a comentario en mi blog:
em..no c ..xD
solamente es chistosa esa canción..y mi blog contiene todo harri, mi lado a,b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w x y z ..y más..
así que..eso..xD
xau..
cuidate...
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