Aletea, agónica, desesperada
La luz maldita no se explica a sí misma
Se apaga, ya tarde
Encendida por horas
Y se burla
El temido astro mayor no asoma
Alumbra
Allá afuera
Mientras el aleteo se apaga allí adentro
Fuera del exterior
Una silueta enramada, enmaderada, enebanada
Se recorta en el blanco cielo tan frío como ella
La hoja cae, seca en óxido
Pero no oxidada, no aletea
Es libre, está afuera.
Adentro, hojas móviles se retuercen
y levantan...
7 comentarios:
marquito ahora este es mi blog! soy la ale
Que hermosas letras... intensas...
marco
nose qe criticar.
cachai qe me dio pena el escrito
me dio pena esa parte de las hojas oxidadas en otoño, se oxidan como todos los cuerpos viejos, me dio pena eso.
extrañamente lo que más me llamó la atención fue la musicalidad, tiene mucho de melódico, y un ritmo que acompaña la nostalgia, lo lúgubre; lo bello y lo triste se unen como en un pentagrama que va de un tiempo extenso a uno que se "apaga" de a poco. Me di cuenta que los versos de una palabra o dos le dan mayor fuerza al poema para su continuación, eso es bellamente enriquecedor.
me puse al día con tus escritos. capáz que nisiquiera leas este comentario pero... qué más dá xd
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